“Antes envenenábamos el maíz con pastilla para almacenarlo, pero ahora no”

Santos Marcel Cruz Osabas, Agricultor de comunidad Palo de Rueda Sector Platanar, Somotillo, Nicaragua. Foto: FLM/SM-CA Brenda Platero

 

Soy Santos Marcel Cruz Osabas, soy agricultor, tengo 35 años de edad, estoy acompañado tengo dos hijos, una niña de 10, uno de 5 años de edad y uno por nacer que será niño. Vivo en comunidad Palo de Rueda en sector Platanar, municipio de Somotillo, Nicaragua.

En esta comunidad vivimos de la agricultura. Y el problema más sentido es la sequía. La escases del agua afecta la producción y se escasea la comida. Cada año es incierto con las lluvias, a veces llueve mucho, a veces llueve poco, lo que sí es seguro que nos afecta, y bastante. Antes de una manzana sacábamos unos 20 quintales de maíz y de los últimos 4 años, que yo recuerdo, cada vez, sacamos menos de la mitad y en el peor de los casos, nada. Son pérdidas totales.

No obstante, hemos encontrado una oportunidad en los proyectos sobre Medios de Vida que impulsa la Asociación para el Desarrollo Eco Sostenible (ADEES), y que apoya Federación Luterana Mundial (FLM/SM-CA), porque hemos aprendido nuevas formas de producir, adaptándonos al clima que se tiene hoy en día. En el verano logramos sembrar hortalizas, que son cultivos de ciclo corto que nos permite tener algo de comida en la mesa.

Durante los tres años en los que he estado en el proyecto me ha ayudado a tener más experiencia en la agricultura, antes usábamos muchos químicos, pero ahora a través de esto y otras experiencias sabemos que no debemos usarlos, y estamos luchando por trabajar sin ellos, ese ha sido un gran cambio para mi comunidad, para mí y mi familia.

Yo usaba muchos fertilizantes químicos, pero comencé a realizar pruebas y dan muy buenos resultados y es mejor, porque es sano y natural, antes envenenábamos el maíz con pastilla para almacenarlo, pero ahora no, usamos otros métodos, por ejemplo, colocamos ajos en el silo metálico (contenedores donde se almacena el maíz), y se conserva bien.

Otra cosa importante para mí, ha sido la oportunidad que, como líder de la comunidad, me ha permitido ayudar a otras familias, cuando venimos de las reuniones compartimos lo que aprendemos y lo ponemos en práctica, ese es un beneficio para todos, no solo se queda en una persona o una familia, lo replicamos con otros. Antes hacíamos el despale, ahora ya no. Y de cuatro años para acá ya no realizamos quemas, también estamos tratando de reforestar, aunque siempre la sequía nos complica las acciones, pero seguimos intentando.

Texto: Brenda Platero