Darving Suazo: "Las prácticas con nuevas tecnologías para sobrellevar la sequía"

Darving Suazo. Comunidad la Consulta, municipio de Villanueva, Departamento de Chinandega en Nicaragua.

Soy Darving Suazo, tengo 30 años de edad, vivo en la comunidad la Consulta del Municipio de Villanueva, Departamento de Chinandega en Nicaragua. Estoy acompañado, tengo una hija de 2 años de edad. Me dedico a la agricultura.

En mi comunidad todos vivimos de la agricultura, y el problema más grande que estamos afrontando es la escases de agua, somos familias de pocos recursos y dependemos de lo que logramos producir en la tierra. Es por eso que el riesgo más común en la zona es la sequía. Creemos que son efectos del cambio climático lo que nos afecta de muchas maneras, porque si llueve mucho se nos pierden las cosechas, si no llueve igual, y no sólo las cosechas, sino también perdemos animales. No podemos sembrar por la falta de agua, todo se seca

Desde los 18 años de edad me he dedicado de lleno a la agricultura, y de 5 años para acá ya no se siembra a la primera, por la sequía, ya no llueve como antes. Me recuerdo de niño que las lluvias eran más estables, porque recuerdo los meses de verano llegaban hasta diciembre y las lluvias a veces desde abril y normal todo el periodo, eran seguidas y constantes, tenemos un río que está seco, a veces ni para los animales tenemos agua.

Desde hace cuatro años estoy con la Asociación para el Desarrollo Eco Sostenible (ADEES), con una iniciativa sobre Medios de Vida que apoya la Federación Luterana Mundial (FLM/SM-CA), durante el primer año estuve conociendo metodologías para mejorar la producción en esta zona, pero a partir del segundo año hasta ahora he ocupado el rol de promotor de comunidad la Consulta junto con la coordinación del técnico de proyecto; esa oportunidad me ha permitido crecer.

En todos estos años hemos realizado varias actividades con el proyecto como: recibir capacitaciones, siembra árboles, hacer viveros, realizar intercambios con otros grupos en otras fincas como por ejemplo en el municipio de Cinco Pinos en Somotillo. Eso nos ha dado la oportunidad de aprender de otros y compartir lo que hemos puesto en práctica.

A mí como joven me ha ayudado, siento que comencé a madurar y tener nuevos conocimientos que me han ayudado en la vida, aquí nosotros vivimos de la agricultura y las capacitaciones nos han sacado adelante. Pero no sólo con nuestro medio de vida, sino también, nos ha ayuda a fortalecer la familia, porque los conocimientos han sido integrales, nos han hablado de masculinidad; siento que valoro. A pesar que en poco tiempo crecí y soy promotor, no me siento más que los demás, siento que aprendo a ser humilde, aprendo de todos y ayudo a los demás.

Lo que siento que me marca bastante son los talleres de masculinidad, ahí nos hacen recordar de cuando éramos niños, hay un ejercicio del cargamento de la mochila y cómo podemos hacer para quitarnos ese peso y que debemos quitarlo, porque si hay cosas que le marcan la vida y eso me ha gustado mucho, porque he aprendido a reflexionar y entender que hay cosas que debemos dejar atrás, porque no nos sirven ni hacen bien en nuestra vida, de manera personal, ni con nuestro relacionamiento con los demás. Me gusta escuchar a los demás y también compartir mis experiencias de la vida, es bueno desahogarse, se reflexiona, se relaja y nos hace sentir mejor.

Siempre he trabajado con mi papá, comencé desde muy pequeño, llegué hasta el bachillerato (5to. año), luego por la situación económica, no pude continuar mis estudios. Yo hubiera querido estudiar ingeniería en sistemas y trabajo social, pero por la pobreza no tuve acceso a eso, solo logré sacar un curso de contabilidad durante seis meses que brindó la Asociación para la Sobrevivencia y el Desarrollo Local (ASODEL), ya que ellos trabajan con jóvenes y nos capacitaron en diferentes temas. Toda la experiencia ha sido y es muy buena; sin embargo, me hubiera gustado lograr más con una carrera.

Me siento bien, no he crecido en tamaño, sino en conocimientos que pongo en práctica, me han dado muchas oportunidades de participación y eso me ha ayudado mucho, me siento mejor que antes, siento que puedo resolver los problemas que se nos vienen. En la familia también se viven problemas, en las comunidades a los jóvenes nos critican dicen que solo andamos vagando, pero no es así, cada quien sabe en lo que anda, y no es malo lo que los jóvenes hacemos. Lo que pasa que, en estas organizaciones, nos toman en cuenta y eso es importante, nos hace sentir que valemos. Yo he sido de los jóvenes que no hablo mucho, pero hablo cuándo se debe de hablar.

Las prácticas con nuevas tecnologías para sobrellevar la sequía en la zona nos han ayudado dar soluciones, hemos estado haciendo capas de ajonjolí con estiércol de ganado y se siembra, eso hace que mantenga la humedad y es así como nos ha estado funcionando en las cosechas, en la primera siembra. También hemos experimentado riego por goteo de manera artesanal. Hemos logrado resolver un poco la situación, ya que la zona es parte del corredor seco de Centroamérica y en verano se intensifica, la sequía.

El río Negro está seco, solo tenemos el pozo comunal, que es un tanque, pero el agua es racionada a un día de por medio, por sector y son tres sectores los que se abastecen en esta misma comunidad. Durante el día que nos dan agua, solo nos alcanza para lavar lo básico de ropa y trastes, bañarnos y beber, pero para riego no y de hecho lo tenemos prohibido, porque se consume mucha agua y no alcanza para tanto. Es únicamente para lo necesario en la casa y no más. Por eso para nosotros es difícil trabajar en el campo durante verano.

Texto: Brenda Platero